Los
árboles de cacao florecen dos veces al año, siendo el principal periodo de
floración en junio y julio. En los meses de septiembre y octubre tiene lugar
una segunda floración pero más pequeña. El periodo de maduración de los frutos
oscila entre los cuatro y los seis meses, según la altura sobre el nivel del
mar y de la temperatura.
Así
la primera cosecha se concentra en los meses de octubre, noviembre y diciembre,
y la segunda durante marzo y abril.
La
recolección es una de las fases más importantes, se debe hacer la
identificación de las mazorcas maduras. Este estado se conoce por los cambios
de coloración externa, que varía dependiendo del tipo o variedad. Este cambio
de color puede ser muy ligero y se corre con el riesgo de no cosechar a tiempo
mazorcas que han alcanzado su plena madurez. Ante este importante detalle,
muchos recolectores cosechan las mazorcas que se encuentran en las partes bajas
del árbol, basados en el sonido que emiten estas cuando son golpeadas con los
dedos. El punto óptimo de recolección se produce cuando las variedades de fruto
rojo han tomado un color anaranjado-bermellón y los de fruta amarilla un color
amarillo-verdoso.
La
recolección puede ser semanal o algo más repartida según la disponibilidad de
mano de obra. La recogida de los frutos se realiza manualmente mediante un
cuchillo curvado unido a un palo que permite al operario recolectar los frutos
de las ramas superiores. En la recolección del cacao es común aplicar un
desinfectante en el extremo del pedicelo del fruto tras su recolección para la
evitar la transmisión mecánica de enfermedades a través de las herramientas de
trabajo que puedan estar contaminadas.
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